El mantenimiento del Palacio

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Conservar la identidad y el brillo del Palacio de Justicia implica una serie de desafíos que complejizan la misión. La reposición de materiales y elementos centenarios, la particular combinación de estilos y técnicas constructivas que presenta el edificio y, sobre todo, el incesante movimiento de gente que registra a diario -unas 10 mil personas- condicionan la labor y obligan a extremar los recaudos y la eficiencia operativa. 

La preservación del Palacio, sin embargo, no estuvo en la agenda de los organismos técnico-arquitectónicos sino hasta principios de los años 90. Si bien en el país existía una creciente toma de conciencia sobre la importancia de un adecuado mantenimiento de los edificios públicos emblemáticos e históricos, la mayor sede del Poder Judicial parecía casi olvidada. Así, su estructura y espacialidad se fue deteriorando con sucesivas intervenciones “disruptivas” -como la rotura de vitreaux centenarios para colocar equipos de aire acondicionado- que no tomaban en cuenta esta dimensión. 

A mediados de los 90, desde la propia Corte se impulsó con fuerza la declaración del Palacio como Monumento Histórico. Desde entonces, el Estado asume el compromiso de contribuir a preservarlo, y cualquier intervención que se haga requiere del visto bueno de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Sitios Históricos. 

Con esos controles, múltiples obras se ejecutaron para realzar la imponencia del Palacio y devolverle su aspecto original, tanto en su exterior como en sus espacios interiores. Entre ellas sobresalen las restauraciones y la iluminación ornamental de fachadas y el mantenimiento de su basamento pétreo; la restauración integral de las salas de Audiencias y de Acuerdos, de los salones de Té y de los Derechos Humanos, del Salón de los Pasos Perdidos, de escaleras, ascensores, portales y patios interiores. También la puesta en valor de patios de acceso, la adecuación de la sala de calderas, la restauración del mobiliario original del Salón de Embajadores, el restablecimiento de condiciones estructurales de la terraza, el acondicionamiento y restauración de revoques en pasillos del 4° y 5° piso. 

A todas esas obras, se agregan tareas de modernización de la instalación eléctrica, el recambio de tableros y recableado, la incorporación de cámaras de seguridad y sensores de detección de incendios. 

Con cada intervención se busca no solo recuperar y restaurar los materiales antiguos, sino también adaptar los espacios a las nuevas necesidades en términos de tecnología, normas y exigencias reglamentarias, hábitos y costumbres. Siempre con plazos ajustados, pues los espacios están en uso y no se puede cerrarlos por períodos prolongados. Se requiere, además, un riguroso apego a las normativas internacionales para la conservación del patrimonio y el cumplimiento de leyes y códigos de edificación vigentes. 

Profesionales de distintas disciplinas participan en cada caso y la investigación científica e histórica constituye un pilar fundamental de cualquier obra patrimonial. Así, por ejemplo, aparece el análisis de la composición de los materiales, de las intervenciones previas y el estudio de planos, imágenes o documentos de la época para sentar las bases para restaurar, poner en valor o reproducir con el mayor cuidado y exactitud las piezas a intervenir. Hecho esto, recién entonces se avanza con los pliegos, licitaciones y demás instancias formales y administrativas. En cada una de las obras se convoca a un asesor experto en restauración, para que articule la labor de los diversos especialistas con una visión global. 

En un trabajo sinérgico con la Comisión de Monumentos (que además de aprobar las reformas, aporta sugerencias para optimizar cada iniciativa), la Subdirección de Infraestructura de la Corte, mediante su área de Estudios y Proyectos, impulsa proyectos como la restauración y réplica para reposición de artefactos de iluminación originales y la restauración de las escaleras pendientes de intervención, así como el acondicionamiento de carpinterías interiores y revestimientos de madera, revestimientos de paredes y cielorrasos, restauración de solados interiores, adecuación integral de núcleos sanitarios y reparación de terrazas.