Calixto de la Torre
Tras una notable carrera judicial, que incluyó su designación como juez federal en Mendoza y Rosario, y con solo 39 años, Calixto de la Torre fue designado ministro de la Corte Suprema por Julio A. Roca el 29 de mayo de 1886.
De la Torre había nacido en la ciudad de Córdoba el 16 de septiembre de 1847. Estudió en el Colegio de Monserrat y en la Universidad de Córdoba, donde se doctoró en Jurisprudencia en 1870. Apenas graduado, ocupó los cargos de defensor oficial y de juez civil y comercial en su provincia, hasta que en 1873 fue designado juez federal en Mendoza, cargo en el que le tocó juzgar los hechos de la revolución de 1874 y a sus responsables políticos y militares.
Fue constituyente en esa provincia y redactó un código de procedimientos civiles. Luego pasó a Rosario como juez federal y, de allí, al Máximo Tribunal, en reemplazo de Manuel Pizarro. En esta primera etapa de la Corte, el tribunal fue delineando a través de distintos fallos algunas de las principales características del sistema argentino de control de constitucionalidad. En este sentido, de la Torre suscribió la sentencia en el caso “Moores” (Fallos,30:281), donde el Tribunal afirmó la necesidad de la existencia de un caso concreto y la imposibilidad de actuar de oficio o en abstracto.
También intervino (en disidencia) en el célebre caso “Sojo” (Fallos, 32:120), donde la Corte resolvió que no tiene jurisdicción originaria para conocer en los recursos de hábeas corpus interpuestos por particulares y, por ello, desestimó la declaración de inconstitucionalidad del artículo 20 de la ley 27 de Jurisdicción y Competencia, dado que interpretó que aquel no ampliaba su competencia originaria más allá de los supuestos consagrados en la Constitución. De la Torre dijo que de acuerdo con aquel artículo 20, era “indudable” que la Corte tenía jurisdicción para conocer de la ilegalidad de una prisión decretada por una rama del Poder Legislativo, y que los términos del artículo 101 de la Constitución Nacional en que se basó la sentencia de la mayoría, “son simplemente afirmativos de la jurisdicción originaria de la Suprema Corte, en los casos que él enumera y no negatorios ni restrictivos de los poderes legislativos del Congreso para extender esa misma forma de conocer a casos distintos, en el ejercicio de la facultad que la Constitución le difiere para reglar los procedimientos en los juicios, distribuir la jurisdicción entre los tribunales del fuero nacional y dictar todas las demás leyes necesarias y convenientes al ejercicio de los poderes conferidos al Gobierno General”.
Luego de abandonar la Corte -renunció al tribunal el 15 de junio de 1892- comenzó su actividad política. Si bien era muy versado en derecho civil y comercial, su especialidad era el conocimiento de las leyes federales. Por ello, en 1892 el presidente Luis Sáenz Peña -quien también había sido juez-, lo nombró Ministro de Justicia e Instrucción Pública de la Nación, con la intención de reorganizar la justicia federal, aún resentida por los efectos de la crisis económica del 90 y de la Revolución del Parque. Su gestión estuvo opacada por la inestabilidad política que afectó a todo el gobierno de Sáenz Peña, y terminó por presentar surenuncia al poco tiempo.
Estaba casado con Clara Díaz Allende y su hijo, Jorge de la Torre, sería también ministro de Justicia e Instrucción Pública durante la presidencia de Agustín Pedro Justo. De la Torre fue además profesor de Derecho Romano y Derecho Civil en la Facultad de Derecho de la la Universidad de Buenos Aires. En 1893 fue electo senador nacional por Córdoba e integró la Convención reformadora de la Constitución Nacional en 1898.
El 3 de diciembre de 1915, Calixto de la Torre falleció en Buenos Aires.