Jueces Históricos

Ricardo Guido Lavalle

Retrato del juez Ricardo Guido Lavalle

Apasionado por las leyes tanto como por las letras y el arte, Ricardo Faustino Desiderio del Pilar Guido Lavalle –tal su nombre completo– nació en la ciudad de Buenos Aires el 23 de mayo de 1871 y fue ministro de la Corte Suprema entre julio de 1927 y diciembre de 1933.

Obtuvo el título de abogado en la Facultad de Derecho de la UBA en 1896 con una tesis sobre el estado de sitio, e incursionó en la docencia en el Colegio Nacional de La Plata, donde dictó clases de historia y filosofía.

En la capital bonaerense presidió una sociedad literaria, y elaboró estudios de diversos autores para publicaciones especializadas, antes de iniciar una trayectoria pública que combinaría la actividad política con la función de magistrado.

Luego de desempeñarse como asesor de menores en los tribunales platenses, Guido Lavalle fue nombrado en 1901 juez en lo civil y comercial, cargo en el cual permaneció hasta 1903. Más tarde lo designaron fiscal de Estado, rol que ejercería durante tres años y dejaría en 1906 para ocupar una banca en la Cámara de Diputados de la Nación.

De su tarea legislativa –que se vería afectada por el cierre transitorio del Congreso dispuesto en enero de 1908 por el presidente Figueroa Alcorta ante las demoras en la aprobación del presupuesto–, se destaca su contribución como miembro de la comisión reformadora de los códigos de procedimientos.

Cumplido su mandato parlamentario, regresó a la Justicia: fue camarista federal de La Plata hasta que, el 5 de julio de 1927, Marcelo Torcuato de Alvear firmó el decreto de su designación para ocupar la vacante que había dejado al jubilarse Ramón Méndez, en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Para entonces, aunque ya no con la dedicación intensiva de su juventud, continuaba publicando regularmente artículos y  ensayos sobre literatura en revistas temáticas. La pintura era otra de sus aficiones: atesoraba, en su domicilio, una amplia colección de obras.

Su paso por el Máximo Tribunal –que compartió, en distintos períodos, con Antonio Bermejo, Figueroa Alcorta, Miguel Laurencena, Roberto Repetto, Antonio Sagarna, Julián V. Pera y Luis Linares– estuvo signado por la búsqueda de introducir una aplicación más dinámica del derecho. Fue, además, uno de los firmantes de la Acordada del 10 de septiembre de 1930 que dispuso el reconocimiento del gobierno de facto encabezado por el general José Félix Uriburu.

Todavía integraba el cuerpo cuando, el 3 de octubre de 1933, murió repentinamente producto de una falla cardíaca mientras caminaba por la calle, en Buenos Aires. Tenía 62 años. Su esposa y madre de sus seis hijos, Manuela Guido Spano Pozzolo, fallecería un año después.