Salvador María del Carril
Ministro de la primera conformación de la Corte Suprema, que integró entre 1863 y 1877, Salvador María del Carril nació en San Juan el 5 de agosto de 1798. Fue discípulo del Deán Funes, y su ilustre coprovinciano Domingo Faustino Sarmiento le reconocía haber logrado “popularizar los principios liberales y crear el entusiasmo en su defensa y propagación”.
Tras estudiar Jurisprudencia en la Universidad Nacional de Córdoba, Del Carril se trasladó a Buenos Aires para una práctica de tres años en la Academia de Jurisprudencia, donde fue autorizado para ejercer como abogado el 1° de diciembre de 1820. Durante ese tiempo también tuvo actividad periodística, al punto que fue uno de los fundadores del periódico La Estrella del Sur.
Su larga trayectoria en la política comenzó en 1822, cuando sucedió a Narciso de Laprida como ministro de gobierno en San Juan. Impuso allí las novedades que había introducido Rivadavia en Buenos Aires: suprimió el Cabildo, reglamentó la administración de justicia y se empeñó en una tarea progresista que continuaría cuando, al año siguiente, con 24 años, fue designado gobernador de la provincia.
Desde los primeros meses de su gobierno se ocupó de organizar la Justicia y la forma de Gobierno, del embellecimiento de la ciudad, la apertura de avenidas, la reforma eclesiástica y el sistema electoral, entre otros asuntos. Aprobó la llamada Carta de Mayo, primera Constitución de San Juan, que establecía la libertad de cultos, ampliamente repudiada por la sociedad de entonces, lo que derivó en su caída. Exiliado en Buenos Aires, asesoró a Juan Lavalle y apoyó el fusilamiento de Manuel Dorrego.
Durante el gobierno de Rosas vivió el exilio en Brasil y Uruguay. Desde allí sentó los lineamientos del tratado firmado en Montevideo el 31 de diciembre de 1838, en el que se proclamó la libre navegación de los ríos Paraná y Uruguay, clausurados por Rosas.
Del Carril fue tres veces convencional constituyente (1826, 1853 y 1860) y primer vicepresidente constitucional en 1853, cargo desde el que ejerció la presidencia desde Paraná, por delegación de Urquiza, durante tres años y ocho meses.
Producida la unificación del país, fue electo senador por Entre Ríos en 1862. Al año siguiente, a sus 64 años, Bartolomé Mitre lo designó para integrar la primera Corte. A los 71 fue elegido presidente del Tribunal, tras el fallecimiento de Francisco de las Carreras.
En la Corte firmó junto a Marcelino Ugarte la primera disidencia que se registró en un fallo del Máximo Tribunal en el caso “Chanfreau”, de febrero de 1871. De acuerdo con el artículo 21 del “Reglamento para el Orden Interno de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, en aquel entonces solo se consignaba el voto disidente o discordante a pedido del ministro en cuestión.
En 1877, bajo la presidencia de Avellaneda, dejó su cargo. Falleció seis años después, a los 85, en Buenos Aires.