Jueces Históricos

Octavio Bunge

Retrato del juez Octavio Bunge

La carrera profesional de Octavio Bungees tuvo ligada desde siempre al ámbito judicial: primero como relator de la Suprema Corte bonaerense, luego como fiscal y, en  1873, como juez del crimen. Al organizarse la Justicia Nacional de la Ciudad de Buenos Aires fue nombrado vocal de la Cámara Criminal, Correccional y Comercial, según la competencia de entonces.

Por decreto del 13 de julio de 1892, el presidente Carlos Pellegrini lo nombró juez de la Corte en reemplazo de Benjamín Victorica. Tras el fallecimiento de Abel Bazán, pasó a ejercer provisoriamente la presidencia del0 Tribunal por ser el juez de mayor antigüedad, hasta que el 10 de mayo de 1905 el presidente de la Nación Manuel Quintana nombró en el cargo a Antonio Bermejo (eran tiempos en los que el titular del Ejecutivo nacional tenía la atribución de designar al titular de la Corte).

Durante el lapso en que ocupó la presidencia del tribunal, la Corte funcionó con cuatro miembros: el propio Bunge, Nicanor González del Solar, Mauricio Daract y Bermejo, hasta que se cubrió el cargo vacante con Cornelio Moyano Gacitúa.

Coincidió luego en la Corte con Enrique H. Martínez, Juan Eusebio Torrent, Luis Vicente Varela, Abel Bazán y Benjamín Paz. Entre los casos en los que le tocó intervenir se destaca “Cullen c/Llerena” (Fallos 53:420), sentencia que recepta en la jurisprudencia argentina la doctrina de las cuestiones políticas no justiciables, que coloca determinados actos de los poderes públicos más allá del alcance de la revisión judicial. Allí, la Corte, por mayoría, con la firma de Paz, Bunge, Bazán y Torrent, dijo que los actos políticos de los poderes políticos de la Nación, disponiendo su intervención en las provincias, no fundan un caso judicial. En disidencia, Varela sostuvo que las cuestiones políticas son solo cuestiones de soberanía y, si bien la Constitución no ha dado al Poder Judicial la facultad de dirimir conflictos entre el Gobierno Nacional y los gobiernos de provincia, tampoco puede pretenderse que la Constitución haya impuesto a estas el deber de acatar, sin recurso, las medidas políticas del gobierno federal que sean contrarias a la Constitución.

Bunge también suscribió sentencias que afianzaron la autoridad del gobierno federal sobre las provincias. Así, en “Otero c/Provincia de Córdoba” (Fallos 57:337) y en “Caruga c/Provincia de Buenos Aires” (Fallos, 61:409), entre otras resoluciones, el Máximo Tribunal reafirmó la posibilidad de someter a las provincias a la jurisdicción de la Corte Suprema de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 101 (hoy 117) de la Constitución Nacional.

Bunge había nacido en Buenos Aires el 15 de marzo de 1844. Era hijo de María Genara Peña Lezica y Carlos Augusto Bunge Rauschembusch, un comerciante de origen alemán y descendiente de ministros luteranos que había llegado al país en 1827.

Egresó de la Universidad de Buenos Aires en 1867 con la tesis “La imprescriptibilidad de la pena”. Tras ello emprendió un viaje por Europa y Estados Unidos que lo llevaría a escribir la obra “Viajes en Europa y América”, editada en 1882 en dos tomos.

En 1874 se casó con María Luisa Arteaga,quien pertenecía a una ilustre familia uruguaya. El matrimonio tuvo ocho hijos y casi todos sobresalieron en los mundos de la ciencia, el arte y la política. Carlos Octavio, sociólogo y jurista; Delfina, poeta; Augusto, diputado socialista; Alejandro, economista, y Jorge, fundador de la ciudad de Pinamar.

Dicen que el ministro de la Corte era un hombre introvertido, de carácter sobrio y no exento de severidad. Era, además, un discreto pianista y un conocedor de plantas, frutos y flores, afición por la naturaleza que intentó inculcar a sus hijos.

Aún en las horas de esparcimiento y diversión, los hijos de Bunge estaban sujetos al plan pedagógico de su padre: cada uno debía aprender un oficio manual y todos debían ejecutar un instrumento musical diferente -así es como formaron una orquesta infantil-.

El 10 de marzo de 1910 Bunge se jubiló; el 14 de agosto de ese mismo año falleció en la ciudad de Buenos Aires.